No sé porqué me sorprendió tanto el saber que debía estar medicada de por vida. En realidad creo que no fue una sorpresa, en el fondo siempre lo supe, fue más el choque de saber que todas mis sospechas eran reales.

Siempre he tenido un tema con eso de las sospechas.

Yo le llamo intuición.

Cuando tenia la intuición de algo, en una situación exacta, generalmente el tiempo me daba la razón. Mi intuición era tan exacta que empecé a temerle. Temerle porque hubo muchas ocasiones en las que intuía algo que esperaba que no fuese así, es decir, quería que mi intuición esté errada. Pero no lo estaba.

Ahora trato de no usarla.

Antes era por miedo a conocer una realidad que no quiero conocer, ahora es más por vivir el presente, sin adelantarme a lo que pueda suceder, es decir, usando esa palabrita de moda, dejar que fluya.

Eso de fluir nunca me gustó. Dentro de mi diagnóstico, ansiosa a más no poder, me impide tener la capacidad de simplemente “fluir” y dejar que las cosas poco a poco pasen, mi ansiedad me obliga a tener que estar preparada, siempre, anticiparme, si, controladora se podría decir. Pero controladora de mi momento, de mis espacios, de mi lugar, vaya, de mi vida.

Así que, finalmente una disyuntiva, si no uso mi intuición y dejo que fluya, mi ansiedad me dominará, y si la uso, la depresión se hará presente ante un posible suceso que me gustaría que no fuese real.

Ya vengo. 

(No prometo nada..)

(..esta vez)

 

De los 7 días de la semana, por lo menos 5 tienen episodios de depresión. Mínimo.

No estoy segura si he aprendido a convivir con eso, pero muchas veces me he resignado. Sé que no debería normalizarlo, pero las alternativas son pocas: tratamiento psiquiátrico, o sea cocktail de pastillas probablemente dos veces al día, con todos los efectos secundarios que traen; o medicina alternativa, digamos holística, que finalmente, tampoco lo "cura".

La depresión debe ser una de esas enfermedades que aún no son socialmente aceptadas y por lo tanto, tampoco se acepta que es una de esas que aún no se halla el modo de "sanar". Yo estoy convencida que la depresión una lo domina, aprende a manejarla, sabes como apagar el fuego aunque sabes también que un tenue chispazo lo reaviva todo de nuevo. Así que sí, aprendes a convivir con ella, le hablas, le dices que por favor hoy no, que vuelva el otro mes y vemos.

Así yo estaba hace unos años, había aprendido a manejarla, y era increíble, porque podía identificar perfectamente cuando estaba deseosa de surgir, y así también tenía la habilidad de dormirla de nuevo. Ahora que lo pienso quizás estuve jugando con ese fuego mucho tiempo al punto que, la enfurecí, y ahora ya no quiere estar encerrada más. 

He perdido el control de ella.

Aparece cuando quiere, sin avisar, y se ve cuando le da la gana, sí se va.

Este año he sentido que la he tenido 24/7 dentro de mi, puedo sentirla ¿saben? Quizás no me afecte esos 24/7 pero la siento, impaciente, buscando el momento indicado para remontar a la superficie, esperando la mínima excusa, aunque sabe que al final, no necesita excusas.

Pero la voy a volver a dominar

Si pude una vez

Lo lograré de nuevo

Solo necesito tiempo

Eso

Y algo más

Ya vengo.

 Antes no era una persona muy familiar, me refiero, de andar en familiar, reunirme y sobre todo, disfrutarlo.

Quizás tenga que ver con la adolescencia y posterior juventud.

Cuándo eres joven solo quieres parar con tus amistades y le echas tierra a la familia ¿no?

O quizás me lo estoy inventando y solo quiero justificar mi parecer.

Mi familia es muy diversa.

MUY.

Pero insisto, así es en todas las familias ¿no?

Lo que quería decir en realidad era que

No sé si será por la edad

O por vivir finalmente sola

(De nuevo justificándome)

Pero hoy en día, no hay momento que disfrute más que el estar en familia.

Y no solo es disfrutar ah, o sea, de hecho, me emociono cuando sé que veré a alguien de mi familia, de algún modo ya estoy dando por hecho que me sentiré muy bien y tendré felicidad.

Y luego viene..

¿Felicidad?

A ver.

¿Y qué es felicidad?

Bueno entonces ahí yo digo:

Son esos pequeños instantes que uno tiene plena alegría..

O ya también puedo decir algo como:

Cuando tu cuerpo desborda de serotonina u hormonas de oxitocina..

Finalmente ambos son ciertos (y certeros)

Lo que realmente quiero decir es que

Quizás 

no 

lo 

sé

aún

Pero tengo serotonina borboteando mi cuerpo

Y no está mala esa sensación.

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Acabo de mirar el reloj y recién caigo en cuenta que son a penas las 9:44 de la mañana. Siento que ya hice toda una vida y aún no es ni la mitad de la mañana. Casi mitad de mañana en realidad. 

Han visto que siempre en las páginas webs o redes sociales aparecen publicidades de "cómo ser mejor persona", "cómo aprovechar bien tu tiempo", "cómo vivir en paz", y así un sin fin de cortas frases pre fabricadas de  -superación-  personal que se supone debe jalar gente para querer ese  -cambio-  en sus vidas, o sea básicamente le estás haciendo dudar de que tan bien lleva su día a día y que quizás necesita MÁS. Y eso que lo estoy diciendo de una forma medio amable.

En fin.

El punto es que, dentro de las pautas báááásicas que te dan es el de levantarte temprano en las mañanas. Digamos 7:00 a.m., lo pongo de ejemplo porqué es la hora en la que me he estado levantando estos últimos días. 

Finalmente lo que quería decir es que si pues, es real eso de levantarte temprano, definitivamente aprovechas mejor tu día, sin embargo no sé que tan mejor persona o vivir en paz haya adquirido hasta hoy con esa rutina. Igual yo ya estoy cuasi convencida, la paz y yo no somos amigas, probablemente tampoco enemigas, somos como esas compañeras de colegio que se miran en los recreos, cada una con su grupo de amigas, y cada vez que se cruzan en los recreos, se observan sin que nadie lo note, en el fondo analizan todo lo que hace la otra, pero nunca cruzan miradas, es como si ambas supieran que se alimentan de la otra, que se están estudiando mutuamente y como si ya estaría pactado o aceptado por las dos. Pero son esas compañeras que nunca serán amigas, claro que querrán pero por algún motivo nunca les tocará en el mismo salón ningún curso. Quizás en algún momento coincidan por alguna actividad del colegio o el grupo de amigas, quizás intercambien palabras y miradas, midiéndose, pero con respeto. Y ya. Eso será todo.

Más o menos esa es mi relación con la paz.

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Tratando de entenderme, concluyo que mi cabeza prefiere caer en el "nunca será", antes que demostrarse vulnerable. Esto ya dejó de ser orgullo, que lo era en mi juventud, hoy es protección siempre y primero ante cualquier sensación o sentimiento de duda o rechazo. 

Los años

Las relaciones humanas

El contacto

Las personas que pasaron

Todo

Todo constituye y desembarca en la búsqueda constante de ese resguardo.

Mal

Bien

No sé.

Pero hoy en día es así, y no tengo idea de cuánto más durará.

Son las 05:44 p.m. y la sensación de que este largo día aún no termina me aterra.

También hay optimismo y buena onda

Por acá.

Siempre la hay.

Y es que en verdad quiero que se entienda la relación que tengo con la tristeza, la nostalgia y la ansiedad, quiero corregir esa mala reputación que le han hecho. La realidad es que son un motor más dentro de nuestras vidas, el empuje necesario que te reta y te desahueva.

Me gustaría decir que vivir sin ellas o evitarlas sería lo mejor, porque finalmente es lo socialmente aceptado, pero bueno, no puedo pues.

Así que

Nada

Hoy

Noche

Luna llena 🌕 

Solo me queda agradecer 

Agradecer buen grande y buen fuerte

Gracias

Gracias gracias gracias

Siempre gracias

Todos los días, cada minuto, cada respiración.

Te agradezco.

 A veces ni se qué hago aquí.

Digo, en este lugar preciso, sentada frente a esta pantalla, ¿Cómo pasó? ¿Cuándo?

Pienso mucho en el camino, me pego bastante con esos temas, el recorrido que uno hace para llegar hasta cierto punto. En el presente siempre, y restándole importancia, quizás, al presente, dándole preferencia a ese camino. Pero igual, pasa el tiempo, y ese momento en que me detuve a observar los pasos que di, finalmente se convierte también en parte del recorrido. Y así, sucesivamente, ¿se entiende?

Mi psiquiatra me decía que sufría del mal del pasado y del futuro, me costaba mucho permanecer en el presente (o me cuesta, aún), no estoy muy segura como era pero creo que uno era regido por la ansiedad y el otro por la nostalgia, algo así. El punto es que yo tenía (tengo) ambos en mi, dentro, entonces es como una explosión constante, una fiesta con fuegos artificiales, castillo y vaca loca.

Respecto a eso último, debo decir que hasta probablemente los 20 le tuve terror a los fuegos artificiales, lloraba, me escondía debajo de cualquier mueble, gritaba, temblaba, sudaba. Nunca me gustó, así que entenderán como se siente esa fiesta patronal reventando todo los órganos que me quedan por consumir.

Estoy convencida que escribir de esto viene por la luna, hay luna llena, acá, ahora. Digamos ahora ahora, no, porque es de día. Pero la luna siempre esta ahí presente, en el cielo, en el espacio, esperando pacientemente a que la tierra termine de gravitar al rededor del sol al punto que ya no llegué esa luz amarilla a la ciudad. Entonces llega su momento, aparece redonda, empoderada, brillante. Nos rige a todas, y a todas más que a todos. Yo creo que eso viene del útero, de la concepción, de la relación madre-hija, ya lo que viene luego cuando te expulsan al mundo real es otra cosa.

Ya vengo.

 La tristeza puede llegar a ser una fuente de inspiración muy poderosa.

Pienso que a veces recurro a ella solo para sentir eso, poder. Ven que para mi la tristeza no es sinónimo de hundimiento, de debilidad, todo lo contrario, es un motor de impulso, fuerza para lograrlo todo, hasta lo más malo, he ahí donde radica el problema.

He usado la tristeza como arma muchas veces, como arma hacía mi misma, para atacarme claro esta, para doblegarme. Y la mayoría de veces lo he logrado. Pero ¿saben? es lo que me ha llevado a donde estoy, a quién soy ahora, por eso insisto en que la tristeza es muy poderosa. Quizás también sea por eso que me resisto tanto a seguir tomando medicamentos para erradicarla, por siendo francos, no quiero erradicarla, es mi recurso de vida, la quiero, la deseo, la necesito.

Es una adicción

Finalmente

Sincerándome 

Pero

También

No es el cuco que todos creen

Vamos,

Algunos son adictos al amor

Y eso

Eso si es un desperdicio

Igual también amo la felicidad, pero es mucho más efímera que la tristeza, y más difícil mantenerla también. Entonces pienso, ¿será una cuestión de flojera? ¿De facilismo? Como la tristeza es más sencilla de obtenerla voy a ella más que la felicidad.

Finalmente concluyo que ambas palabras son huevadas, se complementan y no hay razón para separarlas y definirlas.

Amo un poco de cada una.